De la mano de la Coral Polifónica ‘Mar de Vides’ y de la Banda Municipal de Música
La música sacra ha sido protagonista indiscutible de la agenda cultural de la Semana Santa de Miguel Esteban. Cientos de personas disfrutaron de dos importantes citas musicales que dejaron muy buen sabor de boca entre el público asistente y volvieron a poner de manifiesto la calidad artística de la Coral Polifónica ‘Mar de Vides’ y de la Banda Municipal de Música ‘Santa Cecilia’.
Los integrantes de la Coral Polifónica ‘Mar de Vides’, bajo la dirección de Víctor Morales, sorprendieron al público con un programa ameno y muy variado en el que interpretaron tanto piezas clásicas como modernas en la Iglesia Parroquial San Andrés Apóstol.
Junto a obras de autores como Bach, Mozart o Schubert, también pudieron escucharse otras más actuales, como ‘Kyrie’ compuesta por el director de la Coral. El concierto finalizó con la interpretación de una pieza que no estaba incluida en el programa y que sirvió de homenaje a las víctimas de los atentados de Bruselas.
La concejal de Cultura, Esperanza Ramírez, que asistió al concierto, ha felicitado a la Coral migueleta por “una actuación brillante, en la que se fueron creciendo según iban interpretando las diferentes obras”, una felicitación que ha hecho extensiva a los integrantes de la Banda Municipal de Música “por ser capaces de emocionar al público con la interpretación de tres composiciones dedicadas al Cristo de la Fe y a la Virgen de la Piedad, obras que fueron muy aplaudidas”.
Y es que la otra cita musical de la Semana Santa corrió a cargo de la Banda Municipal de Música ‘Santa Cecilia’, que además de acompañar a las imágenes en las diferentes procesiones, también participó en el pregón de Semana Santa interpretando, entre otras, tres piezas compuestas por el miguelete Manuel Felipe Almenara denominadas ‘Piedad migueleta’, ‘Cristo de los gigantes’ y ‘Si Dios quiere’. Concretamente, a petición de la gente, la obra ‘Piedad migueleta’ se interpretó también en la procesión del Viernes Santo por la tarde en el momento en el que la imagen entraba a la Iglesia.