Éxito rotundo. Con estas palabras la concejala de Cultura de Miguel Esteban, Vicenta Jiménez, se refería a la que se ha convertido en una de las actividades más destacadas de la programación navideña del Ayuntamiento. Y es que, unas quinientas personas visitaron, el pasado viernes, el belén viviente instalado en el Museo Etnográfico “Casa del Tio Félix”.
Dirigidas por Joaquín Jiménez, las más de cuarenta personas que participaron en la escenificación de este belén se metieron muy bien en su papel e impresionaron al público recreando diversas escenas.
Los visitantes, que pasaron al Museo en grupos de veinte, iban acompañados por dos guias muy especiales: la concejala de Festejos, Mari Paz Patiño, y la de Mujer, Mari Nieves Patiño. Ambas explicaban el significado de cada una de las escenas en las que se había cuidado hasta el más mínimo detalle.
Así, el público pudo ver la recreación de la casa de soltera de María en una anunciación en la que no faltaron los efectos especiales, o cómo era la vida en belén gracias a un mercado hebreo con vendedores de pan, fruta, alfombras o esteras. Otra de las escenas recreaba, en una cocinilla antigua, la anunciación a los pastores quienes elaboraron una caldereta de cordero que fue degustada por todos los presentes.
El ángel avisando a San José para que huyera o los fariseos paseándose, también tuvieron su cabida en un belén en el que, por supuesto, no se olvidaron de un portal cargado de originalidad y connotaciones de modernidad. Y es que en él aparecía la Virgen tumbada tras acabar de dar a luz, una pastora poniéndole paños en la frente y San José con el niño en brazos.
Personas de la tercera edad y miembros de los grupos de la Parroquia y de Teatro fueron los actores que dieron vida a los integrantes de este espectacular belén viviente que, por primera vez, se ha desarrollado en Miguel Esteban y que, sin duda, volverá a repetirse el año próximo aumentando el número de escenas, tal y como apuntaba la concejala de Cultura, Vicenta Jiménez, quien recordaba que la expectación por ver la denominada “estampa navideña” era tal que se formaron grandes colas a las puertas del Museo. Allí, y para sobrellevar de la mejor forma el intenso frío, niños y mayores tanto de Miguel Esteban como de localidades vecinas esperaban su turno ante una gran hoguera.