Unos 70 niños han participado en las actividades llevadas a cabo y también se ha ofrecido contenido a adultos
El servicio de Bibliopiscina que este año ha puesto en marcha la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Miguel Esteban ha sido todo un éxito.
Unos 70 niños han participado en las diferentes actividades que se han llevado a cabo en la Piscina Municipal, con el objetivo de acercar los libros al contexto del verano y promover el hábito de la lectura.
Entre baño y baño, los chavales han podido disfrutar de lecturas infantiles, cuentacuentos, juegos y manualidades diferentes.
La concejal de Cultura, Esperanza Ramírez, ha hecho un balance muy positivo de esta iniciativa que “ha permitido combinar el atractivo veraniego de la piscina con actividades lúdicas de animación a la lectura”.
Ramírez ha señalado que “en verano es muy apetecible ir a la piscina y hemos querido aprovechar ese entorno para que los niños continúen su contacto con la lectura, al aire libre y en un entorno muy diferente al habitual”.
La concejal de Cultura también ha explicado que “no sólo los niños se han beneficiado del servicio de bibliopiscina, sino que también los adultos han podido disfrutar de lecturas y revistas si así lo demandaban”.
“Cualquier lugar y cualquier momento es óptimo para disfrutar de un buen libro y eso es lo que hemos querido trasladar con este servicio que ha sido todo un éxito, ha cumplido todos los objetivos y ha dejado muy buenas sensaciones entre los usuarios de la piscina y de la biblioteca”, asegura Ramírez, quien añade que “estamos muy satisfechos con la participación y el desarrollo de esta actividad”.
Asimismo, ha dado las gracias a la bibliotecaria, Marta Fernández, “por el gran trabajo que ha realizado en estos meses de verano y por implicarse para sacar la biblioteca de su espacio habitual e intentar llegar a nuevos lectores”. Un agradecimiento que ha hecho extensivo a las familias “por animar a los niños a acercarse a este rincón cultural de la piscina”.
El servicio de bibliopiscina se ha prestado dos tardes por semana. Como clausura, se organizó una pequeña fiesta en la que se entregaron bolsas de chuches a los niños participantes.