La Semana Santa se vive con mucha devoción y sentimiento. Tradición, cultura y religiosidad se mezclan en esta fiesta que se vive desde la sencillez y el respeto, y cuyas procesiones resaltan por su austeridad y belleza.
Miguel Esteban cuenta con siete hermandades que agrupan en torno a 2.000 personas, que participan activamente en la Semana Santa, una celebración religiosa en la que se pone de manifiesto el respeto por las tradiciones.
Uno de los elementos que hacen ‘especial’ la Semana Santa migueleta es la carrera de las aguilandas, la competición deportiva más antigua del municipio. Se celebra el Sábado Santo por la noche después de la vigilia de resurrección, sobre la una de la madrugada. Los ganadores de la carrera tienen el honor de portar las andas de Jesús Resucitado y de la Virgen en la procesión del Domingo de Resurrección.
Otra nota diferente es el concurso de peleles, unos muñecos que se cuelgan en los balcones representando a Judas ‘el traidor’ y que después son manteados hasta que se rompen.