Tras el acuerdo suscrito entre el Ayuntamiento y la Consejería de Ordenación del Territorio y Vivienda
El alcalde de Miguel Esteban, Pedro Casas, ha anunciado que el municipio contará con una nueva depuradora de aguas residuales que permitirá mejorar la calidad del agua que recibe la reserva ornitológica de ‘Los Charcones’, refugio de flora y fauna.
Este proyecto será posible gracias al convenio de colaboración firmado entre el Ayuntamiento y la entidad Infraestructuras del Agua de Castilla-La Mancha, adscrita a la Consejería de Ordenación del Territorio y Vivienda, en base al actual Plan Director de Depuración de Aguas Residuales Urbanas.
Pedro Casas explicaba que “Miguel Esteban necesitaba instalar una estación depuradora de aguas residuales de mayores dimensiones y adaptada a la nueva normativa para completar sus sistemas de saneamiento y así lo hemos venido reclamando a la Junta de Comunidades desde hace cinco años”.
Casas reiteraba el compromiso del Ayuntamiento con el Medio Ambiente y destacaba que esta actuación redundará en un mayor respeto medioambiental y permitirá que las especies que se refugian en la reserva de ‘Los Charcones’, que se ha convertido en uno de los principales reclamos turísticos del municipio, cuenten con un agua de mayor calidad.
El alcalde apuntaba que esta nueva infraestructura se añade a otras muchas mejoras en materia medioambiental que se han llevado a cabo a lo largo de la presente legislatura como la instalación de contenedores soterrados, la apertura del punto limpio o la plantación de numerosos árboles y plantas en distintos puntos del municipio.
La depuradora, que podría suponer una inversión de unos tres millones de euros, se construirá en los terrenos cedidos por el Ayuntamiento y ubicados en Los Charcones.
Según el convenio, Infraestructuras del Agua de Castilla-La Mancha asume la gestión, explotación y mantenimiento de las instalaciones de depuración mientras que el Ayuntamiento tendrá que pagar un canon de depuración. Además, el consistorio dispondrá de una ordenanza de uso del alcantarillado en la que se contemplen tanto las condiciones del entronque de todos los vertidos como las características de calidad que hayan de ofrecer las aguas residuales vertidas, de forma que sea compatible con el sistema de depuración que se instala, y las sanciones a aplicar a quienes infrinjan las normas contenidas en la misma que deberá estar en pleno vigor tres meses antes de la recepción de las obras.