Se celebra este fin de semana y constituye un elemento diferenciador del carnaval miguelete
Miguel Esteban celebrará este fin de semana su tradicional Fiesta de la Jota Pujada, una tradición que data del siglo XVIII y que convierte al Carnaval miguelete en único en el mundo.
Desde mañana viernes y hasta el domingo, los migueletes volverán a vibrar con el sonido y las imágenes de esta peculiar fiesta que ha ido pasando de generación en generación y que, sin duda, constituye una de las señas de identidad del municipio.
Entre las peculiaridades de esta cita con la tradición, se encuentran dos figuras clave: el animero y los capitanes. El primero, portando un bastón, es el encargado de animar la puja y coordinar quién baila en cada momento, mientras que los capitanes, cargo que este año ostentan Pedro Ángel Caravaca y María Asunción Martínez, son los verdaderos protagonistas, los encargados de mantener vivo el espíritu de esta fiesta, tal y como apunta la concejal de Festejos, Tradiciones y Turismo, Mari Nieves Patiño.
Los capitanes son los encargados de enarbolar la bandera con la que se abre el corro y los primeros en bailar en su interior. Tras ello, diferentes grupos de dos parejas, van tomando el relevo y pujando para poder bailar la jota migueleta en el multitudinario corro durante mayor tiempo posible, antes de que otro grupo les quite por superarles en la puja. En función de la cantidad de dinero que se puje, los músicos interpretan la versión sencilla y lenta de la jota o bien una versión mucho más melodiosa y rítmica, denominada la jota campesina, sin duda, “el momento más esperado por los migueletes, recalca la concejal.
Tradicionalmente, el dinero que se recaudaba con las pujas se destinaba a las ánimas, pues esta fiesta tenía un origen religioso. Ahora, se ha adaptado a los tiempos actuales y el dinero es para los integrantes de la Banda Municipal de Música Santa Cecilia, “otro elemento fundamental en esta fiesta pues son los encargados de tocar la jota, acompañar a los capitanes y potenciar esta costumbre, señala Mari Nieves Patiño.
El primer corro se celebrará mañana viernes, 5 de febrero, tras el desfile de carnaval escolar. En él, los más pequeños se convierten en los auténticos protagonistas y adquieren los roles de los adultos, una forma de inculcar a los niños el respeto a esta tradición migueleta con el fin de mantenerla y conservarla, tal y como explica Patiño, quien apunta que además de contar con los capitanes infantiles, todos los niños, distribuidos por edades, bailan la jota migueleta.
No obstante, el momento álgido de esta singular y pintoresca fiesta lo constituirán los corros del sábado y del domingo que, como marca la tradición, se forman a los pies de la estatua de la vendimiadora delante de la entrada al Parque Municipal Nuestra Señora del Socorro. El sábado, el corro se formará a las doce y media de la mañana, mientras que el domingo se llevará a cabo en torno a la una del mediodía. El último baile de la Jota Pujada 2016 será a las cuatro de la tarde en un acto en el que también se realizará el tradicional ofrecimiento a las ánimas y la subasta.