La bendición de animales, la hoguera popular y el baile, hicieorn las delicias de cientos de personas
Miguel Esteban celebró la festividad de San Antón, patrón de los animales, con diferentes actividades organizadas por el Ayuntamiento. La alta participación, el tipismo y el buen ambiente, fueron las características predominantes en esta fiesta.
Más de 120 mascotas participaron en el desfile que marcó el inicio de las actividades programadas. Perros, gastos, tortugas, palomas o periquitos, fueron algunas de las especies que, acompañadas por sus dueños, recorrieron las calles migueletas hasta llegar a la Iglesia Parroquial de San Andrés, donde recibieron la bendición de manos del párroco Juan Antonio Pereira.
Tras ello, se sortearon cinco cheques regalo entre todos los participantes para adquirir material para las mascotas. A continuación, la charanga ‘Idos de tono’, que también había encabezado el desfile, amenizó la tarde con la interpretación de pasodobles y de la jota de Carnaval, antes de iniciar el desfile de regreso al Parque Municipal.
Una de las novedades introducidas este año fue la hoguera popular que se instaló en el Pozo Nuevo. Cerca de cien personas de todas las edades disfrutaron de una velada en torno al fuego y de la degustación de gachas, patatas asadas, chorizos y panceta, entre otras viandas ofrecidas por el Ayuntamiento. La fiesta, que contó con la colaboración de las Asociaciones de Jubilados de Miguel Esteban que se encargaron de elaborar los platos, continuó hasta bien entrada la noche con verbena popular en torno a la lumbre. En la hoguera también participaron los vecinos del barrio Pozo Nuevo, que ejercieron de anfitriones.
El domingo, la actividad se concentró en el Centro de Día ‘Nuestras Raíces’, donde cerca de 200 personas pasaron una tarde agradable disfrutando de la música y del baile, mientras degustaban dulces típicos como los mantecados y el mostillo, además de pastas y otras delicias. Entre todos los participantes, se sorteó un cochinillo.
La concejal de Festejos, Turismo y Tradiciones, Mari Nieves Patiño, hacía un balance muy positivo de esta fiesta que “año tras año está adquiriendo mayor envergadura y que supone una muestra del respeto hacia las tradiciones y las costumbres, algo que forma parte de la idiosincrasia de Miguel Esteban y de los migueletes”.