Los Capitanes han sido los encargados de abrir ‘el corro’ y ceder el testigo a otras parejas bajo las órdenes del ‘animero’
Miguel Esteban ha cumplido con la tradición y durante todo el fin de semana se ha echado a la calle para celebrar la Fiesta de la Jota Pujada, un evento que tiene sus orígenes en el siglo XVIII y que convierte al Carnaval miguelete en único en el mundo.
Vecinos del municipio y personas llegadas de otros puntos atraídos por la curiosidad se han concentrado esta mañana a los pies de la estatua de la Vendimiadora en los arcos de la entrada del Parque Municipal ‘Nuestra Señora del Socorro’ para presenciar una de las costumbres más arraigadas en el municipio.
Como marca la tradición, los Capitanes, cargo que este año ostentan María Asunción Martínez y Pedro Ángel Caravaca, han sido los encargados de abrir el ‘corro’ con el tremolar de la bandera al ritmo de las notas entonadas por los integrantes de la Banda Municipal de Música ‘Santa Cecilia’. Tras ello, y acompañados por sus dos hijos, los Capitanes han sido los primeros en bailar la Jota Pujada ante la atenta mirada de todos los asistentes.
Bajo la coordinación del ‘animero’, cargo que desde hace unos 30 años ostenta Alejandro Ochoa, las parejas han ido ‘pujando’ para poder bailar en el centro del ‘corro’ como ya sucediera allá por el año 1751, tal y como acredita un documento del archivo de la Iglesia Parroquial de Miguel Esteban.
Garrota en mano, el ‘animero’ establece quién debe bailar en cada momento y qué tipo de jota se baila en función del dinero que se puje. El momento más esperado por todos los migueletes es la denominada ‘Jota campesina’, una jota muy alegre y rápida que se toca cuando la ‘puja’ alcanza los 180 euros y que contrasta con el ritmo más lento de la denominada ‘jota migueleta’.
En familia o con amigos, desde niños hasta personas de más edad, los migueletes y migueletas han ido pasando por el centro del ‘corro’ para disfrutar de esta tradición, mantenerla e impulsarla.
El alcalde, Pedro Casas, que ha bailado junto a la concejal de Festejos, Mari Nieves Patiño, a la concejal de Cultura, Esperanza Ramírez, y al concejal de Empleo, Marcelino Casas, ha explicado que la Fiesta de la Jota Pujada “es algo genuino de Miguel Esteban, que no se da en ningún otro rincón de Castilla-La Mancha ni de España, y un sentimiento muy importante que llevamos muy dentro”. En este sentido, ha asegurado que desde el Ayuntamiento se va a seguir trabajando para mantener las tradiciones migueletas y ha dado las gracias a los capitanes por “mantener la antorcha de esta tradición ancestral”.
Por su parte, el Capitán, Pedro Ángel Caravaca, ha asegurado sentirse muy “orgulloso de representar a nuestro pueblo en este baile tan típico que no lo hay en ningún otro sitio”. Una idea que ha compartido la Capitana, María Asunción Martínez, quien ha pedido la colaboración de todos para que esta fiesta “suba para arriba” y que los niños también se vayan animando a participar.
Por último, la concejal de Festejos, Turismo y Tradiciones, Mari Nieves Patiño, ha asegurado que la Fiesta de la Jota Pujada “es un orgullo para los migueletes”, ha dado las gracias a los capitanes adultos e infantiles, al pregonero, al animero y a la Banda de Música por su colaboración y ha reivindicado que sea declarada Fiesta de Interés Turístico Regional “porque se lo merece”.
La estampa de la Jota Pujada se repite hasta cuatro veces durante todo el fin de semana y ya se ha convertido en un atractivo turístico más para el municipio, además de ser uno de los principales estandartes del patrimonio festivo y cultural de Miguel Esteban.
El dinero recaudado, que antiguamente se destinaba a costear misas para las ánimas, se entrega a la Banda Municipal de Música, que también tiene un papel importante dentro de esta fiesta ya que durante todo el fin de semana participa en todos los ‘corros’ y acompaña a los capitanes.