El tradicional baile de la Jota Pujada, una de las muestras más singulares y atractivas del rico patrimonio cultural de Miguel Esteban, congregó un año más a centenares de personas de Miguel Esteban y de otros municipios.
Incluso los más mayores del municipio, coincidieron en estos Carnavales en señalar que no recordaban tanta participación y asistencia de público a la Jota Pujada, con presencia tanto de mayores como de jóvenes, quienes pujaron para tener el honor de bailar en el centro del corro, formado junto a la estatua de la Vendimiadora.
Antes del baile tiene lugar el desfile de la banda de música, que recoge a los abanderados del Carnaval, quienes vestidos con los trajes tradicionales -hombres con capa española y mujeres con traje de manchega- se dirigieron hacia el Parque de Nuestra Señora del Socorro, donde en su glorieta de acceso ya se había congregado centenares de migueletes formando el corro.
Y tras el éxito obtenido en la Jota Pujada durante la mediodía del Domingo de Carnaval, este año el mal tiempo no impidió la celebración de la Jota Pujada de la tarde, que se trasladó hasta la carpa municipal. Una carpa que ha sido la principal novedad y gran éxito de los Carnavales de este año, con un gran lleno en todas las actividades carnavalescas que han ido dirigidas a todas las edades durante un intenso fin de semana.
Durante dos horas y media se prolongó la Jota Pujada de la tarde, ya a cubierto en la Carpa de Carnaval, donde los migueletes pujaron insistentemente para bailar en el centro del corro.