Aun así, cerca de cien mascotas acudieron a la tradicional bendición de animales y se encendió la hoguera, aunque la degustación de productos se realizó en la carpa municipal
La lluvia hizo acto de presencia este sábado en la celebración de San Antón en Miguel Esteban pero no pudo frenar las ganas de los migueletes por reencontrarse con una de sus tradiciones más populares.
Protegidos por paraguas o impermeables, cerca de un centenar de personas se dieron cita en los Arcos del Parque Municipal ‘Nuestra Señora del Socorro’ acompañadas por sus mascotas para participar en el desfile hacia la Plaza. Los músicos de la charanga ‘Idos de tono’ también estuvieron presentes pero no pudieron poner la nota musical por miedo a que los instrumentos se mojaran.
Aun así, el desfile se desarrolló en un ambiente lúdico protagonizado por diferentes especies de animales, muchos de ellos luciendo sus mejores galas para la ocasión.
En la puerta de la Parroquia de San Andrés, tortugas, perros, pájaros, conejos, gatos, caballos e incluso algún burro, recibieron la bendición del patrón de los animales de manos del párroco y del sacerdote de Miguel Esteban.
Tras ello, se efectuó el sorteo de un cochinillo y de varias cajas de dulces típicos que incluían una galleta con la imagen de San Antón. La Reina y Damas de las fiestas de Miguel Esteban de 2018 fueron las encargadas de entregar los números para el sorteo y de repartir los panecillos que previamente también habían sido bendecidos por los sacerdotes.
Ya por la noche, en la calle San Antón, se encendió la popular hoguera aunque en esta ocasión “tuvo un papel puramente testimonial, ya que el asado tuvo que realizarse en el almacén del depósito del agua debido a la lluvia”, explicaba la concejal de Festejos, Turismo y Tradiciones, Mari Nieves Patiño.
La degustación de las viandas asadas se llevó a cabo en la Carpa Municipal, donde todos los asistentes pudieron saborear patatas, chorizos, gachas y otros productos típicos, regados con zurra.
Las actividades concluyeron ayer domingo con el baile en el Centro de Día ‘Nuestras Raíces’ donde todos los asistentes disfrutaron de cuatro horas de música de diferentes estilos y se divirtieron con coreografías diversas, bachatas, pasodobles y otras piezas que eran pedidas al DJ. El baile se completó con una degustación de dulces y de otros productos en honor a San Antón.
Mari Nieves Patiño ha dado las gracias “a todas las personas que se han implicado y que han colaborado para hacer posible estas actividades, a las personas que acudieron con sus mascotas a pesar de la lluvia, a la Policía Local y a la empresa que cada año dona el cochinillo para el sorteo”.