El contexto pandémico actual de la COVID-19 decanta la balanza a seguir posponiendo el regreso del concurso
La quincuagésima segunda edición aún se hará esperar. Diecinueve meses después del registro de los primeros casos oficiales de COVID-19 en Wuhan, China —dieciséis de pandemia declarada—, el mundo aún sigue reiniciando su actividad tímidamente. No obstante, los eventos multitudinarios organizados por entidades públicas parecen todavía lejos de celebrarse como antaño.
Este es también el caso del Certamen Reina de La Mancha el cual, como ya ocurriese el año pasado, tampoco se llevará a cabo en septiembre de 2021.
Aunque el avance de la vacunación invitaría al optimismo, los actuales datos de incidencia acumulada por contagios del virus SARS-CoV-2 y el ascenso en el número de ingresos hospitalarios en varios puntos de la geografía española (con Castilla-La Mancha en riesgo extremo, sin perjuicio de presentar una situación más favorable frente a otras comunidades autónomas) ponen de manifiesto que la crisis epidemiológica está lejos de haber sido controlada todavía. La movilidad y dispersión características de las vacaciones de verano, sin olvidar la convergencia de la fecha habitual del certamen con la del inicio de las campañas de la vendimia y del curso académico, refuerzan la apuesta por la prudencia del Excmo. Ayuntamiento de Miguel Esteban, la misma que ocasionó la primera cancelación de la historia del evento.
A día de hoy, en el consistorio que gestiona el concurso se considera inviable la organización de una edición presencial, ni siquiera a pequeña escala, pues concurren circunstancias similares a las que motivaron la cancelación en el año anterior. Primero, es de esperar la ausencia de concursantes —al no producirse previsiblemente las fiestas locales de los alrededores, condición indispensable para concursar según el reglamento—. Tampoco se podría congregar a un público numeroso de migueletes y visitantes en ninguno de los actos, sobre todo en el desfile de la comitiva ni en la gran Cena-Baile, descartada por la naturaleza multitudinaria y desenfadada de esta. En el ánimo del alcalde y la concejala de Festejos, Turismo, Tradiciones y Atención Ciudadana de Miguel Esteban está no restar ni un ápice de espectacularidad ni cercanía real al certamen lo que, sumado a la dificultad técnica, imposibilitaría una versión virtual.
Con suerte, cabe esperar que vayan remitiendo los estragos de la pandemia, propiciándose el retorno del concurso en fecha futura, que será anunciada a su debido tiempo, junto con otros contenidos o actividades relacionados. Más pronto que tarde, las aguas habrán de volver a su cauce y, desde diversos puntos de esta meseta, amigos y cultura se reencontrarán.
Fiesta y unidad, otra vez sobre nuestro escenario.
El equipo de Organización