Las pregoneras, Marisol Vasallo y Mari Carmen Lara, realizaron un recorrido por la historia de esta fiesta poniéndose en la piel de dos migueletas de 85 años 

La Carpa Municipal de Miguel Esteban acogió anoche el Homenaje a la Jota Pujada, un acto en el que se ensalza la importancia de esta peculiar tradición migueleta con más de tres siglos de antigüedad.

El homenaje comenzó con el pregón del Carnaval, que este año corrió a cargo de Marisol Vasallo y Mari Carmen Lara, presidentas de la Asociación ‘Las cositas de antaño’, quienes ofrecieron un original y atípico pregón teatralizado, en el que combinaron emoción, recuerdos y anécdotas, además de expresar el orgullo que supone ser migueletes y migueletas.

Las pregoneras no dudaron en colocarse unas toquillas en sus espaldas y hacer ganchillo para ponerse en la piel de dos migueletas de 85 años que, con su conversación, transportaron a los asistentes a “vivir la historia del Carnaval en tiempos de antaño”, cuando todo se reducía a “misas, jotas y bailes en las casas a la luz del candil”.

Marisol Vasallo y Mari Carmen Lara expresaron su deseo de que la Jota Pujada consiga ser declarada Fiesta de Interés Turístico Regional y que Miguel Esteban sea conocido por ser el pueblo donde nació El Quijote, el pueblo donde se celebra la Reina de La Mancha y el pueblo de la Jota Pujada, una de las fiestas más singulares.

En su recorrido aludieron a diferentes capitanes y animeros, y al carácter religioso de la Fiesta de la Jota Pujada. También recordaron que hay tradiciones que han desaparecido y que habría que recuperar, como el domingo de Piñata o el entierro de la sardina. En definitiva, “recuerdos migueletes expresados desde el corazón” de dos mujeres que “aman Miguel Esteban, su cultura y su tradición”, como ellas mismas se definieron.  

Asimismo, expresaron el orgullo que suponía ser pregoneras del Carnaval en representación de las mujeres de la asociación ‘Las cositas de antaño’, un colectivo que se encarga de fomentar las tradiciones migueletas.

El alcalde, Pedro Casas, que hizo entrega de una figura de la estatua de la vendimiadora a las pregoneras, les agradeció sus reflexiones y sus palabras sobre las tradiciones del Carnaval miguelete y de la Jota Pujada.

Casas indicó que la Jota Pujada es “una joya cultural” y resaltó que “hay que impulsarla y seguir trabajando para darla a conocer” porque es “el alma y la vida de nuestro carnaval, que es único y diferente”.  

Este año, de forma excepcional, el cargo de ‘Capitanes’ de la Jota Pujada ha sido asumido por tres concejales del Ayuntamiento que representarán al pueblo miguelete. La concejal de Festejos y Tradiciones, Mari Nieves Patiño; la concejal de Cultura, Esperanza Ramírez; y el concejal de Haciendo y Empleo, Marcelino Casas; serán los encargados de portar la bandera e iniciar los bailes de la Jota.

“Serán unos capitanes institucionales, dadas las circunstancias de la pandemia, pero esperamos que el próximo año todo vuelva a la normalidad y podamos contar con capitanes tradicionales”, apuntaba Pedro Casas.

En el acto, también se hizo entrega de una placa de reconocimiento a María Flores y Cirilo Ortega, un matrimonio que llevan cerca de 60 años dentro del mundo del folklore, que han enseñado a bailar la jota a numerosas generaciones de migueletes y que siempre están dispuestos a colaborar para dar a conocer Miguel Esteban.

Tras ello, se proyectó un power point con fotografías de la Jota Pujada desde los años 50 hasta la actualidad. Estas imágenes formarán parte de la fototeca que el Ayuntamiento está creando para conservar este legado como patrimonio inmaterial dentro de lo que será el Centro de Interpretación ‘Al corro’.

La concejal de Festejos, Mari Nieves Patiño, dio las gracias a todas las personas que han colaborado aportando las fotografías y animó a todo el mundo a seguir aportando imágenes de esta tradición migueleta.

El Homenaje a la Jota Pujada concluyó con el tradicional Baile del Candil, de la mano del Grupo de Coros y Danzas ‘Los Charcones’. Un símbolo que rememora el tradicional baile de la jota a la lumbre del candil que se hacía antiguamente.

La fiesta se prolongó hasta altas horas de la madrugada con la actuación de la Orquesta Abakua Music Show.