Cientos de migueletes cumplieron con una jornada festiva donde la caldereta de cordero, la música y la algarabía hicieron su honor en la pradera
La localidad de Miguel Esteban ha celebrado la romería de San Isidro en la ´pradera´que lleva por nombre el del Santo, donde se concentraron miles de devotos, entre ellos, los agricultores migueletes. El Ayuntamiento tenía previsto el acondicionamiento del lugar con las debidas medidas de limpieza y orden para que el día tuviera el merecido disfrute de sus vecinos.
Tras la procesión con el Santo hasta la Ermita, ubicada a dos kilómetros del casco urbano, que fue acompañada por las tradicionales carrozas, se celebró la Santa Misa que fue oficiada por Juan Antonio Paniagua. Decenas de devotos del patrón de los agricultores participaron en la solemne Ecuaristía en la que fueron ofrecidos los frutos de la tierra por el Presidente de la Junta Promotora de San Isidro 2005, Plácido Lara Artesero.
San Isidro permitió que el día luciera claro para el regocijo de sus devotos, quienes al término de la Eucaristía pidieron a su patrón que bendijera sus campos, a través de la oración evocada por el sacerdote que presidió la eucaristía. Al término de la misa, que tuvo lugar en la ermita, la Junta Promotora de San Isidro 2005, repartió entre los migueletes 1000 pañoletas amarillas para las mujeres y 1000 sombreros para los hombres, dentro de la propia ermita junto al Santo, ante el que pasaron unos 2000 migueletes.
No faltaron en esta fiesta las peñas del municipio, quienes suelen llevar la alegría al resto de los vecinos, a quienes tampoco les hace falta que les animen en estas fiestas que se viven con divertimento sobre todo si están amparadas por un día de primavera como el que fue, que permitió dar el color que a esta época le corresponde a la ´Pradera de San Isidro´.
Abanderados y mayormodos abrieron sus carpas para invitar a todo el mundo al zurra, la cerveza, el refresco, las patatas fritas, los frutos secos, el jamón y el queso.
Los migueletes estuvieron gustosos de esta invitación que fue el aperitivo de la tradicional caldereta que se cocina con leña en la pradera por familias y grupos de amigos, quienes vivieron el día amistosamente bajo las chozas que se construyen con motivo de la fiesta.
La fiesta se extrendió hasta el anochecer y fue por la tarde cuando se celebraron los concursos de tractor con remolque, carrera de sacos, subida a la cucaña, tirada de soga y carrozas. Hubo una gran participación en cada uno de los concursos, programados para todas las edades y en los que colaboró el Ayuntamiento.