Cientos de personas presenciaron este evento que forma parte del patrimonio cultural de la localidad
Miguel Esteban volvió a convertirse en centro de todas las miradas con la celebración de la tradicional Fiesta de la Jota Pujada. Este evento, que se celebra desde hace más de tres siglos, constituye uno de los mayores exponentes del patrimonio cultural de la localidad y convierte al Carnaval miguelete en único en el mundo.
Formando el típico corro, cientos de personas se congregaron en los arcos de la entrada del Parque Municipal ‘Nuestra Señora del Socorro’, para presenciar una de las costumbres más singulares y arraigadas de Miguel Esteban. No en vano, un documento del año 1751, conservado en el archivo parroquial, ya hace alusión a esta fiesta y a figuras características de la misma, como los capitanes o el animero.
Como marca la tradición, los encargados de abrir la Jota Pujada fueron los capitanes, cargo que este año ha correspondido a Mari Cruz Expósito y sus dos hijos, Francisco Javier y José Manuel Torres, de 15 y 5 años de edad. Todos ellos recabaron los aplausos de los asistentes con el tremolar de banderas al ritmo de las notas interpretadas por la Banda Municipal de Música. Tras ello, los capitanes bailaron la jota, acompañados por la madre de la capitana, María Rodrigo, quien hace 30 años también desempeñó ese cargo junto a su marido.
Los Capitanes dieron el relevo a aquellas parejas que iban pujando para poder bailar en el centro del corro, bajo la estatua de la Vendimiadora, y siguiendo las órdenes del animero, un señor provisto de garrota que dirige las pujas. Alejandro Ochoa lleva 25 años en este papel y asegura que en otros tiempos se han llegado a pagar hasta 70.000 pesetas por bailar la jota, al tiempo que explicaba que “es una tradición que se lleva muy dentro y aunque no haya para otras cosas, siempre se tiene para esto”.
La estampa de la Jota Pujada se repite hasta cuatro veces durante todo el fin de semana y ya se ha convertido en un atractivo turístico más para el municipio, como explicaba el alcalde Pedro Casas, quien agradecía a los capitanes y a los vecinos de Miguel Esteban y de toda la comarca el respaldo a esta Fiesta. Casas recordaba que ya se ha completado el expediente para solicitar que sea declarada Fiesta de Interés Turístico Regional y añadía que esto supondría “un impulso muy importante, ya que atraería a gente a nivel nacional y se reforzarían las tradiciones”.
El dinero recaudado, que antiguamente se destinaba a costear misas para las ánimas, en la actualidad se entrega a la Banda Municipal de Música, que también tiene un papel importante dentro de esta fiesta.