Se celebrará el próximo 2 de marzo en el paraje de San Isidro
El municipio toledano de Miguel Esteban ya ha presentado las bases de la décima edición de su concurso de poda en vaso. “En un municipio como el nuestro, tan ligado al mundo de la vid, este concurso es una forma de fomentar el buen trabajo en el mantenimiento de las viñas y una manera de premiar la destreza de nuestros agricultores a la hora de cuidar sus cultivos”, comparte José Manuel Flores, concejal de Agricultura.
El concurso valorará la pericia y el buen hacer de los participantes a la hora de realizar la poda en vaso. Este tipo de poda es la forma más tradicional del viñedo y consiste en podar la cepa de tal forma que con los años se consigan tres brazos ascendentes. El edil de agricultura añade que la poda en vaso “es la más común en los cultivos migueletes porque es un sistema que nos permite orientar los cortes en una misma dirección, respetando así el flujo de savia y fomentando una mayor uniformidad vascular”.
El concurso se realizará en próximo 2 de marzo en el paraje de San Isidro y las inscripciones estarán abiertas hasta el 28 de febrero. El consistorio ha dividido el concurso en tres categorías: general, femenina y juvenil. En la categoría general, a la que también se pueden apuntar participantes de la femenina, se darán 10 premios que van desde los 150 euros para el primer clasificado hasta los 20 euros para el décimo. En la categoría femenina habrá dos premios de 100 y 75 euros; y en la juvenil las recompensas a los mejores serán de 75 y 50 euros. La estimación de participación que se baraja es de entre 60 y 70 personas repartidas entre las tres categorías.
Desde el consistorio recuerdan a los concursantes que deberán llevar sus propios utensilios de poda con los que quieran competir, pero que en ningún caso podrán ser de tipo eléctrico o neumático. “Lo que pretendemos es mantener ese espíritu de trabajo manual y casi artesano a la hora de realizar la poda, por eso no dejamos que los participantes concursen con herramientas más modernas que facilitan el trabajo, pero con las que se pierde la esencia de la poda más tradicional”, aclara José Manuel Flores.
Una vez finalizado el concurso y entregados los premios, todos los asistentes confraternizarán con una comida campestre que será una muestra de la hermandad que ha reinado siempre en las viñas y en los campos de Miguel Esteban.