Ola de calor, excesivas lluvias, plagas de conejos y trabas para emparrar viñedos en vaso ubicados en zona ZEPA, son los principales problemas que han afectado a los agricultores y a la uva
El municipio de Miguel Esteban se encuentra inmerso en la campaña de vendimia, una cita muy importante para un pueblo cuyo término municipal está dedicado en un 90% al viñedo y donde la mayoría de las familias están vinculadas de una u otra forma al cultivo de la uva.
Así lo ha explicado el alcalde, Pedro Casas, quien ha visitado las dos Cooperativas migueletas para interesarse por el desarrollo de esta campaña de vendimia en la que “se ha impuesto la normalidad gracias a la experiencia acumulada del año pasado en cuanto a los protocolos y normas que deben cumplirse por parte de agricultores, tractoristas y trabajadores de las bodegas para evitar contagios por Covid-19”.
Casas ha recordado que la ola de calor y las excesivas lluvias caídas en el mes de septiembre han provocado una merma en la cosecha como también lo han hecho los daños provocados por las plagas de conejos. En este sentido, el alcalde ha recordado que el pasado mes de marzo remitió una carta al consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha con más de 200 firmas de agricultores de la localidad exigiendo soluciones e indemnizaciones.
“Ahora vemos que se han aprobado ayudas para el olivar por los daños causados por Filomena, pero ese temporal también causó verdaderas pérdidas en el viñedo puesto que la nieve contribuyó a que los conejos pudiesen subir a las cepas y comerse las yemas”, apunta el alcalde miguelete quien se pregunta “por qué no hay este tipo de ayudas para la viña en una región que es y presume de ser el gran viñedo del mundo”.
Asimismo, ha resaltado que “la agricultura y la vid son un importante motor económico en Miguel Esteban, un pilar fundamental para la economía local, un yacimiento de empleo en épocas puntuales y un complemento económico muy importante para muchas familias”. Además, ha asegurado que “sin agricultura y sin precios justos para los agricultores, el medio rural y los pequeños pueblos no tienen futuro” y ha pedido a las administraciones provinciales, regionales y estatales “más empatía con el viñedo y con los agricultores y más apoyo”.
Cooperativa Nuestra Señora del Carmen
El gerente de la Cooperativa Nuestra Señora del Carmen, José Verdugo, ha asegurado que la campaña de vendimia se está desarrollando con normalidad, los únicos problemas fueron la ola de calor que afectó negativamente a los cultivos provocando la paralización del producto y también las excesivas lluvias, que han afectado a la viña de vaso, “pero no de forma alarmante”.
En cuanto a las previsiones de cosecha, Verdugo estima que la calidad será buena y la cantidad se situará en un 20% por debajo del año pasado, debido en parte al problema existente con las plagas de conejo que atacan a las cepas en vaso, por lo que ha pedido a las instituciones responsables “que pongan solución a este problema como también deben agilizar los trámites para autorizar los emparrados de viñas que están en vaso ubicadas en zonas ZEPA”. Respecto a los precios, el gerente de la Cooperativa del Carmen ha indicado que están subiendo un 20-30 por ciento respecto al año anterior, “aunque es menos de lo que deseamos”.
Durante la campaña de vendimia, la cooperativa ha contratado a 14 personas más para atender el exceso de trabajo.
La Cooperativa Nuestra Señora del Carmen cuenta con unos 1.300 socios y recoge de media unos 28 millones de kilos de uva, aunque tiene capacidad para albergar unos 30 millones. La bodega, que el año pasado cumplió un siglo de vida, se encuentra inmersa en un proyecto importante de inversión para la recogida de otros productos agrícolas. Este año, ya podrá recoger aceituna y se ha iniciado la recogida del pistacho, que se normalizará a partir del próximo año. Por lo tanto, la Cooperativa tendrá sección de vinos, de aceituna y de pistachos y almendra.
Cooperativa San Isidro
El gerente de la Cooperativa San Isidro, Jesús Navarro, ha explicado que “la campaña se está desarrollando con normalidad, sin incidentes ni accidentes, aunque algo rápida porque las lluvias y los efectos atmosféricos adversos han acelerado la recogida de la uva tanto mecanizada como manualmente”.
Respecto a las previsiones de esta cosecha, se espera una disminución en torno al 30%, una calidad intermedia y unos precios entre un 25 y un 30% superiores al ejercicio anterior. “Son precios bastante interesantes en comparación con el año pasado, pero siguen siendo insuficientes para los agricultores porque no podemos olvidar que La Mancha toledana es una zona menos productiva y con menos agua”, como señala Navarro. En este sentido, ha apuntado que “desde la cooperativa trabajamos durante todo el año para que nuestros agricultores puedan tener un pequeño valor añadido a sus uvas”.
Asimismo, ha recalcado que durante la campaña de vendimia, se refuerza la plantilla de trabajadores pasando de 13 a 48, normalmente “personal eventual y jóvenes a los que este dinero viene muy bien para pagar sus estudios”.
El gerente ha afirmado que “la inversión es una constante en todos los ejercicios, bien para mejorar los procesos productivos o para adaptarse a las nuevas normativas”. Jesús Navarro ha remarcado que la Cooperativa cuenta con la normativa ISO 14001 por su buena gestión de los residuos y que este año se ha efectuado una instalación de placas fotovoltaicas en cubierta de 121 kilowatios de potencia para autoconsumo.
La Cooperativa San Isidro cuenta con unos 1.500 socios, “es decir, la mayoría de las familias migueletas” además de algunos procedentes de pueblos colindantes. Su capacidad técnica de elaboración se sitúa en 40 millones de kilos de uva, aunque la cosecha media suele rondar los 33 millones de kilos. Toda la producción se destina a elaborar vino blanco y tinto y en torno al 80% se exporta principalmente a mercados centroeuropeos y países colindantes como Francia, Portugal, Italia y Alemania, pero también a otros destinos distintos como China, Japón, Kenia y Samoa, además de Estados Unidos.